Comunicado sobre los hechos producidos en la celebración de la final de la Copa de S.M. el Rey
Menuda democracia de chichinabo esta, que nos obliga a emitir un comunicado a toda prisa condenando unos pitos, todo sea dicho. Unos pitos han ofendido a los símbolos que representan al conjunto de los españoles, a la democracia que los ampara y a la convivencia que comparten. Los símbolos se han levantado hoy pitados, tristes, destrozados y sumidos en una profunda depresión.
Por ello, consideramos que cualquier muestra o manifestación de intolerancia es siempre reprochable; y lo es más todavía cuando busca la repercusión pública de un acto deportivo que tradicionalmente ha rendido culto a la figura del borbón máximo que, os guste o no, es herencia recibida y es lo que hay. Y el rey ama al pueblo. Y vivaspaña.
Porque como reza la Constitución en su artículo subliminal número 1: "cuando suena el himno de España tú te callas y lo asimilas"
No se puede aprovechar un espectáculo deportivo, que todos los españoles tienen derecho a disfrutar, sin la protesta y la perturbación que algunos quieran imponer. Cualquier protesta, por tonta que sea, es una perturbación, pero esta nos perturba mucho más. Porque sale mucho en la tele y se ve hasta en el extranjero y encima no tenemos antidisturbios suficientes para atizar gomazos fuertes a todos los pitantes en la cabeza hasta que se nos salgan los codos.
Las cuestiones ideológicas o políticas no deben interferir en el normal desarrollo de los acontecimientos sociales, culturales y deportivos, ni de ningún otro tipo. Ya está bien de manifestarse y decir o hacer cosas, os necesitamos ahí disfrutando despolitizados, felices y complacientes. Ya no contentos con que se permita a los asistentes llamar joputa al árbitro o a cualquier jugador, ahora también se pretende pitar el himno con impunidad. Esto demuestra que no se os pueden dar libertades.
El Estado es el encargado de administrar la ideología en los canales oficiales habilitados para ello, en las dosis necesarias y en los momentos adecuados. Y si se piensa que con estos vergonzosos ultrajes a España vamos a dejar de presidir los partidos en un palco guapo, vais de culo.
Aprovechar un encuentro de fútbol para escenificar una protesta de carácter político es una falta de respeto para este deporte, para el conjunto de los aficionados y para todos los españoles, que tienen derecho a disfrutar de este partido como lo que es, un espectáculo deportivo, y, al mismo tiempo, a ser respetados a través de los símbolos que nos representan a todos y a nuestra democracia. Esto ya lo hemos dicho al principio pero así es la retórica de asustar.
Por tanto, quienes promueven y participan de actuaciones como ésta pretenden hacer pagar las consecuencias de su proceder a los aficionados al deporte, que como todos sabemos se dejan la ideología en casa, guardada bajo llave, cuando acuden a un encuentro y al conjunto de los ciudadanos, a quienes no demuestran la más mínima consideración. Esto último no lo tenemos muy claro porque no le hemos preguntado a nadie, ni lo pensamos hacer pero por eso se llama democracia representativa. Nosotros pasamos a ser la voz del conjunto de los ciudadanos y estos van a decir lo que nos de la gana a nosotros que tengan que decir.
En todo caso, la intolerancia de algunos no debe poner en riesgo la convivencia de todos, entiéndase por todos los del palco guapo, por cierto, el catering es estupendo.
En consecuencia, se ha convocado para este mismo lunes, 1 de junio, la Comisión Estatal contra la violencia, el racismo, la xenofobia, la intolerancia, el antiespañolismo, el libertinaje de expresión, el profiloetarrismo y el silbidismo en general en el deporte, con el objetivo de proceder a denunciar las actuaciones inconvenientes y, en su caso, proponer las sanciones que fueran procedentes, en aplicación de la vigente legislación, cuyos principios deben ser preservados, tal y como se había indicado ya a los presidentes de la Real Federación Española de Fútbol y de los clubes participantes en la final, en cartas remitidas el pasado 27 de mayo por el presidente del Consejo Superior de Deportes, el secretario de Estado de Seguridad y otras personalidades de reconocido autoritarismo.
Que os asustéis, hostias.
Y con suerte, a ver si podemos meter a unos cuantos en un penal de máxima seguridad a ver si allí tenéis lo que hay que tener para pitar el himno cuando se haga un partidillo en el patio.
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