Viñeta de Martín Morales en el diario ABC del 3 de septiembre de 2008.
( Y claro, esto provoca alguna viñeta de réplica)
Seguimos con los muertos, el fin de las vacaciones de los comisarios políticos que se hacen llamar "prensa" ha llegado y no tienen reparos a la hora sacar a pasear a sus perros partidistas entre sus páginas.
Recuerdo que cuando ni soñaba con poder hacer viñetas perseguía y devoraba cualquier periódico para dejarme sorprender por aquellas geniales piezas con dibujos que solían ser verdaderas editoriales alternativas a lo que el diario repetía una y otra vez.
La sutileza pereció ante lo perruno instalada en pensamientos únicos de los que no admiten ni su propia memoria reciente.
Se acabó, salvo casos muy aislados, los viñetistas editoriales son meros voceros de los partidos y de las cabeceras dedicadas su propaganada, son socios numerarios con privilegios que lamen las botas de los ideólogos de los think tank de sus partidos de cabecera. Ahora, algunos dibujantes de algunos diarios son los perros. Ellos son los perros.
Y nos les importa que hueso roer, ni de quién sea, los perros políticos no tienen memoria ni la quieren.
Puede que por eso siempre haya tenido gato.