Los monjes budistas de Myanmar (antigua Birmania) han salido a la calle en masa para llamar la atención del mundo y la han llamado, pero sólo en cuanto la represión del ejército y la policía ha dejado escenas de acción para la tele.
A tiros les han dicho que pedir democracia nada, el fotógrafo japonés de la agencia de prensa APF, Kenji Nagai, fue asesinado por intentar dejar testimonio de las protestas.
Más de 20 muertos es el resultado de la resistencia pacífica, en un país donde más de el 90% de la población profesa el budismo.
Se supone que el 10% restante son los represores de los cuerpos policiales y militares...
Debemos recordar que hace nada ha muerto un reportero japonés, que un enviado de la ONU está intentando lo imposible y que esto es sólo el comienzo.
Veremos a ver como reacciona Japón ante el asesinato de uno de los suyos.
Esta es una guerra religiosa. Claro que los tienen cuadrados!!
Un besazo.
La atención mundial debería poner el foco también en países como Rusia y China
Buena viñeta :)