De repente al levantarte una mañana ( tarde
para variar ) descubres que has acumulado una cantidad escandalosa
de dibujos en hojas sueltas y que al apilarlas sobre una mesa,
esta ha cedido y se ha partido en siete pedazos, situación
que te lleva a la conclusión de que hay que ordenarlos
y planterase seriamente hacer algo con ellos.
Este para mí fue el inicio de lo que los
profesionales vinieron a denominar "Portafolio" ,compré
una carpeta de las más caras y seleccioné lo que
consideré mejor entre todos aquellos dibujitos y me decidí
a BUSCAR TRABAJO DE DIBUJANTE , me puse la camiseta más
colorista que encontré y salí a la calle dispuesto
a invadir los mercados editoriales con el optimismo y la euforia
a flor de piel.
Que risa, todo se acabó al llegar a la
calle, ¿Dónde ir? en 40 kilómetros a la redonda
no hay ninguna empresa que publique nada de cómic por lo
que acabé en la redacción del semanario del pueblo
ofreciendome a "colaborar" por el increíble sueldo
de cero_mil_cerocientas_cerenta_y_cero pesetas de las de aquellos
tiempos.
Otra opción era presentarse a un concurso
y sobretodo ganarlo pero como todo esto es un círculo cerrado
o una pescadilla que se muerde la cola (todo se ve según
el hambre que se tenga) descubrí al poco que si no tenía
dinero no iba a poder adquirir jamones para sobornar como Dios
manda a los jurados de estos concursos de reconocido prestigio
por lo que mi etapa concursiva me duró apenas unas horas.
Demasiado joven para tener experiencia ,demasiado
desconocido para pedir hueco para publicar, demasiado descarado
para entrar en el panorama de los profesionales....todo eran "demasiados"
así que decidí que me encerraría cual ermitaño
a mejorar mis trabajos y a crear mi estilo... me gasté
todo lo que no tenía en montsra mi estudio y una vez instalado
entre enseres de dibujo...empecé mi retiro didàctico...
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