Viñeta del 31/03/2019 en CTXT
La campaña electoral es un ciclo publicitario de quince días en el que se bombardea con todo tipo de chorradas diseñadas por agencias de markerting. Una cada día, dos o diez, chorradas que al día siguiente nadie recordará porque nuevas chorradas entrarán fuerte. Esto se agrava con el gallinero de las redes sociales y "los arde tuiter" de rigor.
La premisa es que nada sea profundo o informativo, no hace falta explicar el programa porque eso es un rollo que nadie lee dando por hecho que es una declaración de supuestas intenciones, no un contrato con sus posibles votantes.
La campaña es la última chapa desesperada de políticos que creen que alguna perfomance estúpida va a cambiar el sentido del voto de alguien.
Una gira artística en la que se visitan teles, radios y periódicos para participar en entrevistas ridículas con niños, animales, marionetas o bandas de música y donde los candidatos se emplean a fondo para demostrar que son personas divertidas, simpáticas, humanas y espontáneas haciendo cualquier memez que se ajuste al formato del medio al que acuden.
En los partidos saben que ese ruido, aunque sea provocado por naderías y chatarra informativa es siempre rentable porque los medios están encantados de asegurarse una buena cantidad de tontolares para la jornada.
Parafraseando a Rogelio Velasco Pérez, Consejero de Economía de la Junta de Andalucía, cualquier promesa en campaña, por importante que sea, es simplemente mentira, sin más.
“Eso es un lenguaje, una forma de expresarse durante una campaña electoral”.
Viñeta del 09/06/2018
Cada partido tiene su artista estrella, ese que supera en tontez natural al resto de compañeros sin tener que esforzarse.
El segundo más listo del PP es Suárez Illana, que no lo tenía fácil para superar al lenguas de Casado, pero sigue haciendo méritos para convertirse en el listo más tonto del partido.
Suárez será recordado por asegurar que los neandertales ya practicaban abortos, pero esperaban a que nacieran los niños para cortarles la cabeza y para reforzar su gilipollez añadió otra, que en Nueva York acababan de aprobar una ley que permite el aborto después del nacimiento.
Y como sólo una estrella de las gilipolleces sabe, la mancha de una chorrada con otra chorrada se quita, así que llamó a "un despacho de Nueva York" para que le confirmaran que es tonto, y ahora tonto internacional.
A Suárez hay que dejarlo hablar, hay que darle más tiempo en los medios porque es un pozo sin fondo donde cabe cualquier tontería.