Esta viñeta salió de una interesante y divertida charla con este buen mozo
No hay nada que celebrar, la palabra celebración no encaja aquí por ningún sitio, las cifras de los 50 años de salvajadas de ETA se han empotrado tanto en lo cotidiano que durante todo este tiempo hemos visto de todo, hasta hemos asistido a la politización de muertos, vivos y verdugos cuando se trata de un asunto de delincuencia, asesinatos selectivos, terrorismo.
Otros siguen insistiendo en que el problema ya está tan sedimentado que hasta las movilizaciones o expresiones colectivas de repulsa no sirven para poner ladrillos en la construcción de una solución, es un inmovilismo heredado del aburrimiento, del convencimiento arrastrado de que hay cosas que nunca van a cambiar.
Cuando un tiro o una bomba suena además de los oídos nos pita el cerebro, ese sonido es constante y molesto pero va perdiendo volumen hasta que la actualidad de la información generalista populista decide colocarnos otro pito diferente.
Ver anteriores, demasiadas viñetas ya.
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Huele mucho a pepero por aqui no?
Genial, supiste reflejar a la perfección lo que estuvimos hablando.
Una obra maestra más para enmarcar.